En principio aclaremos que significa “trazar productos terminados”: son todas aquellas medidas que tienen por finalidad lograr un seguimiento específico de los productos y su registro, desde su ingreso a stock y luego durante su transporte.
Trazar los envíos y/o los productos permite registrar e identificar la mercancía desde su origen hasta su destino. En todo este recorrido podremos disponer de la información acerca de su locación geográfica, de su estado, y otros factores.
Pero no solo sirve para las instancias de entrega y recepción de producto. Cada empresa puede trazar los pasos internos que transita la mercadería: su manipulación, el lote que ocupa, la temperatura o la maquinaria utilizada en cada momento.
Si los proveedores de materias primas trazasen los orígenes de las mismas, se podría tomar un producto y conocer el origen de sus componentes y todo su camino previo hasta las manos del cliente final.
Todos los datos recolectados por estas medidas, nos pueden ayudar a encontrar puntos críticos o defectuosos en toda la cadena de trabajo. La detección y solución de los problemas se traducen en una mayor productividad.
A su vez, enorme valor para los clientes y consumidores finales, que tendrán mayor confianza a la hora de comprar los productos o servicios. En estos puntos radica la importancia y el valor agregado con la trazabilidad.