Es innegable que vivimos en un mundo hiperconectado gracias a la tecnología. Hoy podemos conectarnos con cualquier persona del mundo, siempre y cuando tenga internet. Sin duda, este es uno de los inventos que cambió el mundo, e hizo que se reescriban los paradigmas sociales, políticos, económicos, educativos y todos los demás ámbitos de nuestra vida.
Lo que empezó como una pequeña conexión de red entre unos pocos, hoy en día, llega a todos los rincones del planeta. Esta “red de redes” conecta, no solo a personas, sino también a objetos. Esta red de objetos físicos interconectados gracias a internet es el IOT (Internet of things), y permite que distintas “cosas” ejecuten un intercambio de datos a través de sensores integrados, softwares y demás tecnologías.
Imagine el siguiente escenario: una persona va sentado en el asiento del conductor de su automóvil, el cual se desplaza sin inconvenientes por la calle principal de una ciudad. Hasta acá, todo es muy normal, lo interesante es cuando vemos que la persona tiene en sus manos un café y no el volante. No solo este conductor, sino todos los demás conductores, no están maniobrando su volante. Este escenario es totalmente factible y, seguramente, se dará con normalidad en algunos años en varias ciudades del mundo.
La posibilidad de que esto suceda, es cien por ciento, gracias a una red de internet entre los autos, que generan, emiten y reciben datos acerca de su posicionamiento, cercanía y movimientos. De esta manera, se trasladan de manera perfecta y en total sintonía con los otros automóviles. A su vez, tienen un constante aprendizaje, por lo cual, si se produce un error, esa será la primera y última vez que suceda.
La “internet de las cosas”, puede aplicarse a miles de otros escenarios, industrias y actividades. De hecho, la empresa Gartner asegura que para este año ya tendremos alrededor de 26 mil millones de dispositivos con un sistema de conexión IoT en el mundo. La capacidad de conectar dispositivos embebidos con capacidades limitadas de CPU, memoria y energía significa que el IoT puede tener aplicaciones en casi cualquier área. Estos sistemas podrían encargarse de recolectar información en diferentes entornos: edificios, fábricas, construcciones, calles. A su vez, puede ser aplicable en el planeamiento urbanístico, monitoreo, seguridad y logística.
El año pasado, DHL publicó su estudio “¿Dónde estamos y que está por venir en la digitalización de las cadenas de suministro?” donde destaca al internet de las cosas como la “tercera solución logística más atractiva a futuro para los profesionales”. Por delante, se ubican el Big Data y la Nube. Si bien es una solución que está cada vez más accesible y presente para los profesionales, en el mismo estudio, casi un 95% de los operadores logísticos encuestados no se cree capaz de aprovechar el desarrollo tecnológico que supone estás herramientas.
Lo cierto, es que el IoT puede ser un gran aliado para el sector logístico, especialmente dentro de la Supply Chain. Las “cosas” (productos, materiales), conectadas a la red, pueden transmitirnos información acerca de su ubicación dentro de la cadena de suministro, de su estado, de desperfectos u obsolescencia. La clave para lograr esta interconexión entre los bienes de su cadena está en los Smarts Tags, etiquetas provistas de un chip con memoria regrabable. Estos sensores informativos que se le pueden añadir a un producto pueden ser los responsables de empezar a sacar provecho de la internet de las cosas dentro de la logística. A su vez, gracias a ella, es posible la trazabilidad, de la cual ya hemos hablado en otra ocasión.
De todos modos, esta no es la única aplicación favorable del IoT en la logística. Grandes operadores como DHL o UPS, la utilizan para la intralogística, por ejemplo, para la gestión de almacenes. La tarea de realizar inventarios puede ser complicada, pero la combinación de la internet de las cosas y drones puede ser una gran ayuda. Estos drones, con tecnología basada en Smart Tags, pueden leer hasta 600 ubicaciones dentro de un almacén en un hora, una reducción increíble de los tiempos.
Internet de las cosas, también ofrece soluciones para los desafíos que presenta el transporte. Entre ellas, podemos hablar de rastreo satelital de los vehículos, un reporte del estado de la mecánica del camión, información precisa sobre inconvenientes o consumo de combustible, control de la temperatura de la carga y hasta bloqueo remoto en caso de robo. El IoT para las flotas resulta indispensable y facilita la gestión logística.
Estamos frente a una herramienta que cada vez será más protagonista en la escena logística, en pos de un sector más profesionalizado es nuestro deber actualizarnos en estos temas para internalizarlos y ponerlos en práctica.